POLVO

Existen dos sencillos trucos que, aunque parezcan poca cosa, si los recuerdas y los aplicas regularmente te facilitarán las tareas de casa:

Humedece ligeramente el trapo y evitarás ir pasando el polvo de mueble a mueble.

Si haces una limpieza a fondo, te sugiero que previamente le des un baño de agua con glicerina al trapo que usas para limpiar el polvo.

Cuando esté seco, y en particular al hacer uso de él, podrás constatar que el polvo queda perfectamente adherido.

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