Un pincel nuevo te durará mucho más si antes de estrenarlo tienes en cuenta el siguiente consejo. Déjalo durante diez horas en aceite de linaza.
Para aumentar el nivel de flexibilidad del pincel, puedes dejarlo durante la noche en remojo en agua con bastante amoníaco.
Una vez has hecho esto, empiezas a pintar y sufres viendo el típico chorretón que se desliza lentamente por el mango del pincel, amenazando tu mano. Soluciónalo: corta en dos una vieja pelota de tenis o similar y hazle un agujero equivalente al grosor del mango del pincel. Pásala a través de éste y dedícate a pintar sin sufrir.
El disolvente que se usa para limpiar pinceles no lo derroches. Si lo conservas en un frasco cerrado después de cada uso, verás como al cabo de cierto tiempo la pintura se deposita en el fondo del frasco y el producto puede volver a usarse.
Si se nos ha olvidado limpiar los pinceles después de usarlos, no los tires y sigue el siguiente consejo para recuperarlos. Ponlos en vinagre hirviendo hasta que sus pelos recuperen la flexibilidad habitual.
Para aumentar el nivel de flexibilidad del pincel, puedes dejarlo durante la noche en remojo en agua con bastante amoníaco.
Una vez has hecho esto, empiezas a pintar y sufres viendo el típico chorretón que se desliza lentamente por el mango del pincel, amenazando tu mano. Soluciónalo: corta en dos una vieja pelota de tenis o similar y hazle un agujero equivalente al grosor del mango del pincel. Pásala a través de éste y dedícate a pintar sin sufrir.
El disolvente que se usa para limpiar pinceles no lo derroches. Si lo conservas en un frasco cerrado después de cada uso, verás como al cabo de cierto tiempo la pintura se deposita en el fondo del frasco y el producto puede volver a usarse.
Si se nos ha olvidado limpiar los pinceles después de usarlos, no los tires y sigue el siguiente consejo para recuperarlos. Ponlos en vinagre hirviendo hasta que sus pelos recuperen la flexibilidad habitual.
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