MOQUETA

Si decides instalar la moqueta tu misma, puede que te aconsejen que para recortarla utilices un cuchillo de hoja intercambiable. Evita el contacto con el suelo poniendo debajo de la moqueta, una base. De este modo, protejerás el afilado de la cuchilla.

Para hacer una limpieza a fondo de la moqueta, lo ideal es poder sacar todos los muebles de la habitación. A menudo, esto no es posible con lo cual te aconsejo que siempre que puedas, cubras las patas de los muebles con una bolsa de plástico.

Elimina los pelos perros y gatos con la ayuda de una paleta de caucho, por ejemplo los que utilizas para limpiar vidrios. Es un trabajo largo y fastidioso pero lo conseguirás.

Cuando tu perro hace una de las suyas en la moqueta, tienes que intervenir rápidamente para evitar que aparezca después alguna aureola. Absorbe el líquido al máximo con un trapo seco y humedece la mancha con agua gaseosa. Espera que las burbujas se evaporen y absorbe de nuevo el líquido. Repite esta operación una segunda vez para que el tratamiento sea eficaz.

Las manchas de barro, deben ser frotadas con vinagre (una cucharada sopera por litro de agua). Enjuaga después con agua y deja secar. Finalmente, cepilla la moqueta moderadamente.

Cuando desplazas un mueble que ha estado algún tiempo en una moqueta, verás que la moqueta queda marcada. Soluciónalo recubriendo cada una de las marcas con un trapo de planchar y pásale la plancha bien caliente. Después cepilla la moqueta enérgicamente. Si dispones de plancha a vapor, sostenla a unos centímetros por encima de la parte a tratar. El chorro de vapor hará que los pelos aplastados de la moqueta recobren su aspecto normal. 

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