MANGUERAS

Si deseas empalmar dos mangueras o adaptar a un embudo una de ellas, te sugiero dos trucos. Sumerge uno de los extremos de la manguera en agua caliente durante unos instantes o enjabónalos.

Para guardar las mangueras de riego, enróllalas en el interior de un neumático viejo. De este modo evitarás roturas accidentales y las protegeras contra la intemperie. Verás también qué fácil te será transportarla.

El método más frecuente para reparar una manguera en malas condiciones, consiste en empalmarla con la ayuda de un casquete metálico. Sin embargo también puedes conseguir el mismo resultado si sigues el siguiente consejo. Raspa la superficie de la manguera hasta que quede rugosa y úntala con pegamento de contacto. Cuando se haya secado ya un poco, enrolla una cuerda muy fina en forma de espiral y pásale finalmente una segunda capa de pegamento de contacto. 

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