DIENTES

Es lógico que los jóvenes tengan los dientes más blancos. Con el paso de los años, la dentadura se vuelve más oscura y amarillenta. Pero en ambos casos se puede gozar de buena salud.

El abuso de ciertas bebidas como el café, té, mate o fumar en exceso es uno de los principales causantes de la pérdida del color de los dientes. Sin privaciones pero con algunas precauciones se puede lograr un equilibrio.

Un buen cepillado es la clave del éxito. No es mágico pero ayuda. Después de cada comida y antes de dormir es la regla de oro ineludible.

A la hora de elegir blanqueadores, es bueno asesorarse. Las pastas dentífricas no deben ser excesivamente abrasivas, al igual que la forma y consistencia del cepillo. De lo contrario la superficie de los dientes se desgasta más y éstos poco a poco se vuelven quebradizos.

Para ayudar a conservar la blancura de los dientes, puede frotarlos una vez por semana con una hoja de salvia. También puede pasarse un poco de algodón en rama empapado en agua oxigenada de 10 volúmenes, pero no con demasiada frecuencia.



Para las personas que tengan dientes sensibles, les aconsejo utilizar colutorios con fluor almenos una vez al día. 

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