CUERO

Si el cuero destiñe, frótalo con un trapo empapado en alcohol de quemar. Si tiene moho, límpialo con aguarrás y acaba pasándole una delgada capa de glicerina.

Los asientos de cuero se mantienen en perfecto estado y brillo, si les pasas un trapo untado en una mezcla de aceite de linaza y vinagre de alcohol.

Para conservar el cuero claro, nada mejor que usar clara de huevo batidas a punto de nieve. Extiende la espuma con una esponja limpia y después repasa el cuero con un paño de lana.

Para conservar el cuero de color, pásale un paño de franela espolvoreado con talco. Después prepare una mezcla de 2/3 partes de aguarrás y 1/3 parte de cera de origen blanda. Impregna el cuero con esta mezcla, déjalo secar y finalmente, sácale brillo.

Para encuadernaciones de cuero deslucido, las recuperarás frotándolas con yema de huevo diluida en un poco de alcohol de 90º. La pátina de la encuadernación se recupera utilizando una clara de huevo batida a punto de nieve mezclada con unas gotas de vinagre o cerá diluida en aguarrás.

Para mantener el brillo del cuero lustrado puedes frotarlo con leche desnatada tibia, una cebolla cortada por la mitad y/o una clara de huevo batida a punto de nieve o aceite de oliva. 


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