CREPES

En casa de mis padres, hace ya bastantes años, solíamos pasar las tardes lluviosas en la cocina, haciendo crêpes. Normalmente las rellenábamos de crema de chocolate o de raspaduras de limón mezcladas con azúcar. Estas últimas eran especialmente buenas! Teníamos la inmensa suerte de pasar los veranos en el campo cerca de una granja que nos proveía de leche y huevos. Os podéis imaginar el lujo que suponía esto para los que vivíamos todo el año jehos de la ciudad. La leche teníamos que herbirla antes de consumirla y cuando se enfriaba, sacábamos con cuidado la capa de nata amarillenta de se formaba en la parte superior. Mezclada con azúcar servía para untar cualquier rebanada de pan y también para rellenar las crêpes. En fin, recuerdos de infancia!

Pero vamos a lo que te ha traido hasta aqui! Las crêpes yo las hago mezclando 250ml. de leche, 100gr. de harina, 3 huevos y 25gr. de mantequilla para la sartén. 

Para evitar grumos en la masa de las crêpes, pasa la masa por un tamiz y para hacerla más ligera puedes añadir un vaso de cerveza o una clara batida a punto de nieve.

Para su preparación, en una sartén caliente añade un poco de mantequilla. Cuando se haya derretido, un poco de la masa líquida hasta crubrir el fondo de la sartén. Al ratito, le das la vuelta sin quemarte y al poco la sacas de la sartén y la dejas en un plato. Sigues haciendo igual hasta terminar la masa líquida. Si antes de empezar pones la masa líquida en una botella, te será más fácil manejarla y evitarás el típoco regalimón del cucharón.

Para mantener calientes las crêpes pero que sigan estando esponjosas, ponlas en una fuente provista de tapa y ésta sobre una cacerola con agua hirviendo.

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