CEBOLLA

Evita del siguiente modo que las lágrimas te vengan a los ojos cuando pelas una cebolla.

En primer lugar, pon las cebollas en la nevera durante unos instantes, antes de pelarlas. Pélalas bajo el chorrito de agua de la cocina.

No está comprobado pero se dice que si pinchas en la punta del cuchillo una bolita hecha con miga de pan, tampoco te picarán los ojos cuando quieras pelarlas. Asimismo, tampoco te picarán los ojos si mientras pelas las cebollas, mantienes en la boca un poco de agua.

Para no correr más el riesgo de cortarse cuando cortas la cebolla, puedes tomar la precaución de untar con materia grasa la hoja del cuchillo que utilizas. También es conveniente saber que si tienes que pelar varias clases de verduras, es preferible empezar por las cebollas y acabar por las zanahorias; la hoja del cuchillo queda impregnada del olor de la cebolla, pero éste desaparece cuando se cortan zanahorias.

Para suavizar el sabor de la cebolla, déjalas en remojo durante algunas horas en jugo de limón o en aceite de oliva. Para hacerlas más digestivas, déjalas en remojo durante uno o dos minutos antes de agregarlas al plato. Pero por encima de todo, secarlas antes, si lo que se desea es dorarlas.

Para evitar que las cebollas se deshagan durante la cocción, basta con hacer una pequeña incisión en forma de cruz en la base de cada una. Antes de freír una cebolla, para que no se queme, espolvorea un poco de harina por encima de ellas.

Las cebollas pequeñas son el mejor acompañamiento de múltiples platos. Pero si no dispone de ellas, podrá igualmente reemplazarlas utilizando el corazón de las cebollas grandes.

Los pecíolos de las cebollas pequeñas, cortados muy finos, son excelentes para comerlos en tortilla, y pueden reemplazar perfectamente a las hierbas finas.

La próxima vez que hagas una sopa de cebolla reemplaza el vino blanco por el vino de Madeira u oporto. El resultado es delicioso.

Para suprimir el mal olor de la cebolla de una sartén o cacerola, basta con frotar el recipiente con hojas de menta frescas. Para evitar el mal aliento, come unas habas crudas o remolacha roja cocida.

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