POLVOS DE BELLEZA

Gracias al siguiente truco podrás empolvarte el rostro sin que se forme una película de maquillaje: pon un poco de polvo en un pañuelo de papel, dóblalo y úsalo para empolvarte. Este pañuelo de servirá de tamiz y no dejará pasar más que la cantidad de polvo necesaria.

No tires los restos de los polvos de belleza. Recupéralos guardándolos siempre en un envase de cierre hermético. Pon en el interior de este envase una canica y agítalo de modo que los diferentes polvos queden bien mezclados.

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