PIEL

Un estupendo baño de belleza que te recordará a personajes ilustres de la historia. Añade al agua del baño, tres litros de leche fresca, si puede ser de granja. No utilices jabón y verás como tu piel quedará perfectamente suave.

Al salir del baño, hayas hecho o no el baño de belleza que te he aconsejado, ponte un poco de aceite común o aceite de almendras dulces en todas las partes rugosas de la piel (codos, pies, rodillas ...) Sécate con algodón o papel absorvente.

Para limpiar bien la piel del rostro, mezcla una yema de huevo con algunas gotas de jugo de limón y aceite de almendras dulces. Deja actuar este preparado durante unos diez minutos antes de enjuagarte con agua tibia. Si tienes los poros demasiado dilatados, ciérralos aplicándote una loción astringente a base de zumo de naranja y una tercera parte de su volumen de agua de rosas.

La piel irritada puedes tratarla aplicándote regularmente compresas empapadas en una infusión de tila o manzanilla. 

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