Para mantener el cabello en perfectas condiciones, sea graso o seco, la mejor solución es hacerle tomar de vez en cuando, un baño de aceite, al cabello estropeado. ¿Cómo se aplica? Utiliza un muñequilla de algodón o un pincel y unta el pel desde la raiz. Después envuélvete la cabeza con una toalla humedecida en agua caliente y mantenlo así durante un buen rato. Después lávate la cabeza con champú y enjuagate bien.
Quizá te hayas olvidado de este truco muy conocido para realzar el brillo del cabello. Agrega un chorrito de vinagre o de jugo de limón a la última agua de enjuague. Si no tienes tiempo de lavarte el pelo y tienes la cabellera sin brillo, frota el pelo con energía con un pañuelo de seda. En este caso antes de hacer esto "lávate" el pelo metiendo el cepillo del pelo en una media vieja de nylon y depíllatelo enérgicamente. Verás como la suciedad del pelo será atraída por el nylon.
Domestica tu pelo y no dejes que vaya a su aire. Pásate las manos humedas por el pelo y verás como podrás "gobernarlo" mucho mejor.
Para conseguir un marcado rápido y duradero, humedecete el cabello, antes de ponerte los rulos, con cerveza. Además conseguirás que el secado sea mucho más rápido.
¿Quieres el pelo sedoso? Una antigua receta. Enjuágatelo con una mezcla de agua de rosa y ron a partes iguales. Pruébalo y verás ... no es broma.
Cuida el pelo graso agregando de manera regular un poco de jugo de limón a la última agua de enjuague. Regulariza el exceso de sebo consumiendo levadura de cerveza y de vez en cuando, impregna el cuero cabelludo con aceite, antes de lavarse la cabeza.
Para el cabello seco, mezcla dos yemas de huevo con una cucharadita de ron y otra de aceite de ricino. Úntate el pelo con esta mezcla y posteriormente lávate el pelo y enjuágalo abundantemente.
Para el pelo canoso, es posible teñírtelo naturalmente de rubio enjuagándolo regularmente con una infusión de té.
Para el cabello rubio, la manzanilla sienta particularmente bien. Prepara una infusión de manzanilla con 40 gramos de flores y un litro de agua fría, dejándola hervir durante un cuarto de hora.
Para el pelo moreno, es posible darle una agradable sensación de brillo enjuagándolo con un caldo hecho con tres puerros cocidos en un litro de agua. Aplícatelo frío.
Para el cabello castaño deslucido, recurre a las hojas de nogal. Hacer con 50 gramos de hojas por litro de agua fría un caldo, y aplícatelo en todo el cabello.
Evita la caída del cabello lavándotelo con el agua en que previamente se ha dejado hervir berro durante bastante tiempo. Antes de cada lavado, frótate el cuero cabelludo con un poco de sal marina y cepíllate el cabello detenidamente.
Quizá te hayas olvidado de este truco muy conocido para realzar el brillo del cabello. Agrega un chorrito de vinagre o de jugo de limón a la última agua de enjuague. Si no tienes tiempo de lavarte el pelo y tienes la cabellera sin brillo, frota el pelo con energía con un pañuelo de seda. En este caso antes de hacer esto "lávate" el pelo metiendo el cepillo del pelo en una media vieja de nylon y depíllatelo enérgicamente. Verás como la suciedad del pelo será atraída por el nylon.
Domestica tu pelo y no dejes que vaya a su aire. Pásate las manos humedas por el pelo y verás como podrás "gobernarlo" mucho mejor.
Para conseguir un marcado rápido y duradero, humedecete el cabello, antes de ponerte los rulos, con cerveza. Además conseguirás que el secado sea mucho más rápido.
¿Quieres el pelo sedoso? Una antigua receta. Enjuágatelo con una mezcla de agua de rosa y ron a partes iguales. Pruébalo y verás ... no es broma.
Cuida el pelo graso agregando de manera regular un poco de jugo de limón a la última agua de enjuague. Regulariza el exceso de sebo consumiendo levadura de cerveza y de vez en cuando, impregna el cuero cabelludo con aceite, antes de lavarse la cabeza.
Para el cabello seco, mezcla dos yemas de huevo con una cucharadita de ron y otra de aceite de ricino. Úntate el pelo con esta mezcla y posteriormente lávate el pelo y enjuágalo abundantemente.
Para el pelo canoso, es posible teñírtelo naturalmente de rubio enjuagándolo regularmente con una infusión de té.
Para el cabello rubio, la manzanilla sienta particularmente bien. Prepara una infusión de manzanilla con 40 gramos de flores y un litro de agua fría, dejándola hervir durante un cuarto de hora.
Para el pelo moreno, es posible darle una agradable sensación de brillo enjuagándolo con un caldo hecho con tres puerros cocidos en un litro de agua. Aplícatelo frío.
Para el cabello castaño deslucido, recurre a las hojas de nogal. Hacer con 50 gramos de hojas por litro de agua fría un caldo, y aplícatelo en todo el cabello.
Evita la caída del cabello lavándotelo con el agua en que previamente se ha dejado hervir berro durante bastante tiempo. Antes de cada lavado, frótate el cuero cabelludo con un poco de sal marina y cepíllate el cabello detenidamente.
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