HUEVOS

En primer lugar y antes de que se me olvide, te recuerdo que el huevo mancha la plata. Para limpiar la plata manchada con huevo, frótala con medio limón o con una patata hervida y aplastada.

Para eliminar manchas de huevo en la ropa, es imprescindible usar agua fría. Generalmente basta con un poco de agua con jabón, pero en las telas de colores firmes se puede agregar un poco de lejía.

Verifica si los huevos son realmente frescos, haciendo caso a las siguientes instrucciones

- Sumérgelos en agua fría salada. Si flotan, pueden concluir que no son comestibles.
- La yema de un huevo fresco está siempre en el centro de la clara y es consistente. Si sacudes un huevo fresco, no percibirás ningún ruido.
- Al romper un huevo y ponerlo en un plato llano, el huevo no debe extenderse mucho y la yema no debe romperse.

Si por descuido, tienes que averiguar si un huevo está crudo o cocido, hazlo girar sobre si mismo. Si está cocido, dejará de girar de inmediato.

Sabrás que la cáscara de huevo es porosa por lo que debes lavarlos sólo cuando los veas sucios. Además es capaz de absorver todos los olores.

Para conservar los huevos (no más de tres semanas), guárdalos en un lugar oscuro. La punta del huevo siempre hacia abajo para que la cámara de aire se conserve en su sitio. Si los dejas en aceite de oliva durante algunos instantes, también se conservaránf rescos durante mucho más tiempo.

Las yemas puedes conservarlas durante varios días si las cubres con agua fría y las dejas en la nevera.

También podemos coger una aguja y dar un toque en la base del huevo. De esta manera, el huevo liberará los gases que tenga y ya no se romperá. Lo metemos al cazo de la misma manera que hemos explicado anteriormente. Para evitar que los huevos se rompan cuando los cocemos podemos meterlos en el cazo con la ayuda de una cuchara y lo metemos pegando la cuchara a la pared del cazo. De esta forma evitaremos que el huevo casque al caer al fondo.

No congeles un huevo entero ya que el frío romperá la cáscara.

HUEVOS AL PLATO: No pongas la sal a los huevos al plato. De lo contrario, al entrar la sal en contacto con la yema de huevo, se forman unas manchas blancas que afean mucho la presentación.

HUEVOS BATIDOS: Cuando tenga que batir huevos, no los sale antes de usarlos, puesto que la sal tiende a licuificarlos.

CLARAS BATIDAS A PUNTO DE NIEVE: Deja los huevos durante un rato fuera de la nevera antes de querer batir las claras. Para conseguir una buena consistencia, añade una pizca de sal o unas gotas de leche. También funciona con un poco de azúcar en polvo o un chorrito de limón.

HUEVOS CON BACON: Cocínalos con mantequilla y no sólo con la grasa que desprende el bacon.

HUEVOS DUROS: Para que salgan los huevos duros con un color bonito de yema, se deben introducir en el cazo con agua fría, llevar a ebullición y dejar hervir durante 3 minutos. Apagar el fuego y dejar reposar los huevos dentro del agua caliente por 8 minutos. Después se refrescan con agua fría y se dejan enfriar (sin agua). Hay trucos para evitar que los huevos revienten durante la cocción: pon en el agua dos o tres
cerillas ya usadas o haz un pequeño agujero con la ayuda de una aguja en la base del huevo. Para sacarles la cáscara con facilidad, añade un puñado de sal gruesa al agua de cocción. El agua de cocción, una vez enfriada puedes utilizarla para regar las plantas de interior. Debes saber que es muy rica en sales minerales.

HUEVOS PASADOS POR AGUA: Ya sabes, sólo tres minutos hirviendo. Pero hay otros trucos:
Introduce los huevos en agua fría y detener la cocción cuando el agua entra en ebullición. Retira los huevos de este agua caliente después de algunos instantes, según se prefiera consumirlos bien cocidos o un tanto líquidos. De igual modo, si pones un platillo dado vuelta en el interior de la cacerola, los huevos pasados por agua ya no corren ningún riesgo de cascarse durante la cocción. Para salar el huevo pasado por agua, pon la sal en la parte de arriba del huevo y después vierte sobre esta pizca de sal, unas gotas de agua hirviendo. El huevo quedará salado de manera uniforme y mucho más sabroso.

HUEVOS REVUELTOS: Su preparación es un tanto trabajosa aunque en realidad se basa sólo en respetar dos condiciones: los huevos deben cocerse al baño María en un cazo lo bastante amplio. Para removerlos hay que usar una cuchara de madera, con suavidad y aplastándolos. Deja transcurrir cierto tiempo entre una y otra vez que se pasa la cuchara. Si la clara se bate a punto de nive, los huevos revueltos quedan más ligeros y esponjosos. Quedarán mucho más suaves si agregas una cucharada de nata fresca al final de la cocción. No olvides apagar el fuego cuando todavía estén cremosos.

HUEVOS POCHADOS: Coloca film transparente en un vaso. Añade un chorrito de aceite y un poco de sal ... la verdad es que puedes poner lo que te guste ... hierbas aromáticas, pimienta negra .... finalmente casca un huevo y ponlo en el vaso. Cierra el film bien cerrado. Por ejemplo con un poco de cordel o una pinza (no como las de la ropa, ehhh) y pon el paquetito en agua hirviendo durante 4 minutos. Sácalo y abre el paquetito... ya lo tienes !!

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